Ya realizamos la temporada de la cosecha de miel 2017, costo mucho trabajo pero mereció la pena la recompensa obtenida.

Como ya sabéis si nos leéis y seguís en nuestro blog, nosotros realizamos todos los años la cosecha en el mes de octubre, ya que nos gusta dejar a las abejas que disfruten tranquilamente del verano de San Miguel, que como todos sabéis ye a finales del mes de septiembre y que se puede alargar hasta octubre.

Nuestro colmenar, no es un colmenar llano, es un colmenar muy especial en lo personal y lo laboral. En lo personal era donde mi güela y bisagüela plantaban patatas y cultivaban el huerto, tenía mucha fama en el pueblo ya que obtenían la cosecha antes que en el valle de Santa María de Grao, todo un lujazo en la época más dura de la posguerra, sobre todo si tienes 4 hijos y les tienes que dar de comer. Y en lo laboral ye muy difícil de trabajar en él porque esta lleno de piedras que sobresalen de la tierra, que ye donde solemos poner las colmenas, no todo el terreno, pero una parte es así de complicado.

Esta claro, que el prao no ye idóneo para desarrollar el trabajo de un apicultor, los padrinos y madrinas que vinieron este verano a disfrutar de él bien lo saben, pero como ye de la familia, ye en mi pueblo, no miras otra cosa, lo coges y te pones en él a currar como campeones, que ye lo que somos, unos currantes.

El inicio de la cosecha es para apuntar en el calendario en Les Colmenes de Tate. Una jornada que parecía que no tenía fin. Una jornada de esos que las horas o te pasan muy rápido o no terminan nunca. Una jornada de mucho trabajo, trabajo duro, físico, de estrés por momentos. Una jornada que si no es por la compañía de Manuel y Yoana no lo sacamos adelante.

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Una jornada donde no paras de recibir ordenes como en el ejercito porque todo tiene que salir perfecto, o intentarlo. Una jornada que no se nos va a olvidar ni a Ricardo ni a mí. Una jornada que no vale todo el mundo para trabajar, y que necesitas tener en esos momento a la gente que sepa aguantar la presión de currar como animales. Una jornada que empezó a las 11 de la mañana y terminó a las 10 de la noche, casi sin descanso solo para comer. Una jornada maravillosa pero donde el cuerpo acaba agotado. Una jornada intensa, pero prestosa.

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Por ello en esta vida hay que ser agradecido, Mil millones de gracias a Manuel y a Yoana, por esa ayuda sin pedir nada a cambio, por aparecer y trabajar codo con codo sin importar las horas que echamos en el colmenar, así como currando los cuadros de miel para poder obtenerla. Sin vosotros no sacamos el trabajo adelante. Seguro que otros se apuntaban a la fiesta de la cosecha, pero no es una fiesta, es un trabajo duro y poco reconocido, donde no paras ni un minuto y donde la cadena de producción se viene abajo una vez empezamos a organizarlo todo con visitas inesperados como la de Tate (mi padre). Tate hay que darte cursos de desopercular cuadros, que nos paraste el trabajo una hora¡¡¡ pero no sabes lo que me presto que vinieras a vernos, y vieras como trabajan las abejas en el colmenar.

Y dar las gracias de todo corazón a la Asociación El Gueyo de Santa María de Grao. Gracias a su presidenta Josefina por dejarnos el local sin problemas, no sabéis lo bien que nos vino poder utilizarlo para trabajar más cómodos, lo dicho el agradecimiento se quedo pequeño.

Así es como desarrollamos la jornada de la cosecha de miel, empezó a las 9 de la mañana, cargamos el coche, el remolque para ir al colmenar, donde nos esperaban las abejas impacientes.

Fuimos a todas las colmenas que tenían alza melaria, las vaciamos y las íbamos poniendo en el remolque, que llenábamos poco a poco.

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Siempre empezamos por la colmena más alejada del colmenar para terminar a la entrada del mismo. No sabéis el trabajo duro que es, acarrear con el peso de las alzas, intentar hacerlo lo mejor posible, así como fácil y rápido pero siempre se tuerce algo en el camino.

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Pero este año con la ayuda extra que tuvimos fuimos capaces de hacer todo lo más perfecto posible, sin dejar de trabajar intensamente en el colmenar.

Una vez cargamos todas las alzas nos fuimos a hacer el trabajo más duro y costoso, por lo menos para nosotros, que lo hacemos todo con los medios que disponemos que son los que tenemos por ahora y con ellos logramos nuestro objetivo final que es nuestra rica miel asturiana.

Colocamos el extractor de miel, este año eléctrico¡¡¡ no sabéis que pasada marcar un botón y que la máquina lo haga todo ella. Hasta este año lo hacíamos con un extractor manual y eso te deja sin brazos, os lo garantizo.

Así que nos pusimos manos a la obra, mientras una parte del equipo desoperculaba los cuadros (vídeo).

 

La otra parte del equipo metía los cuadros en el extractor y a centrifugar a toda pastilla, lo dicho, una gozada hacerlo así.

 

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Una vez realizado este trabajo, abríamos el extractor y salia la miel sola, con unos filtros pasamos la miel para dejarla lo más limpia posible.

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Así lo hicimos con más de 150 cuadros de rica miel asturiana, no os podéis imaginar lo cansados que acabamos después de esta jornada tan intensa de trabajo.

Una vez hicimos todo el trabajo más duro, hay que dejar reposar la miel para que las impurezas suban a la superficie y poder envasar sin problemas. Pero no podíamos dejar pasar la ocasión, así que hicimos un vídeo de como salia nuestra rica miel asturiana nada más realizar la cosecha, cosecha obtenido en el colmenar de Polleu.

Este año sacamos cosecha del nuevo colmenar, menos de la esperada, pero el año que viene os contamos como es la cosecha en este nuevo sitio.

Para mí Polleu, es mucho Polleu, primeras colmenas, primera experiencia como apicultora, es un cumulo de circunstancias que me gusta reflejar lo mejor posible en todo lo que hago con las colmenas.

 

La felicidad es absoluta, ver como nuestra miel va llenando los tarros después de una semana de reposo, es una autentica victoria para nosotros.

Este año quisimos cambiar el tarro de medio kilo y hacerlo más atractivo o mejor dicho, dar un toque diferente y la verdad que la acogida ha sido genial, a la gente le encanta el tarro hexagonal pero más todavía nuestra rica miel asturiana.

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El tarro de kilo sigue siendo el mismo, no lo cambiamos preferimos esperar a la próxima temporada y mirar con más calma otros tarros que marquen la diferencia.

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Como veis también renovamos la etiqueta no las etiquetas que son 3, queríamos hacer un cambia a la que teníamos hasta ahora, que fue diseñada con todo cariño por una gran amiga Sara.

Así que le pase la idea a Jorge de fotomecánica principado, a ver si eramos capaces de darle un toque distinto, y no es el diseño final, seguro que el año que viene la retocamos o le cambiamos alguna cosa para dejarla más sencilla.

Aquí os dejamos un vídeo donde os hablo de la nueva etiqueta, que a mi personalmente me encanta¡¡

Así es como terminamos la cosecha este año 2017, trabajo sin descanso para obtener nuestra rica miel asturiana milflores.

Muchas gracias a tod@s por confiar en nuestra miel, por comprarla y disfrutar de ella. Saludos tater@s¡¡