Os vamos a contar la visita de nuestros padrinos al colmenar, en concreto, la visita de los padrinos de la colmena EL ENJAMBRE.

Desde Madrid, Isabel junto con Fernando y su pequeño Pablo, se subieron hasta Asturias para ver a sus ahijadas, pero sobre todo para vivir una experiencia única en el colmenar.

El tiempo no era idóneo, pero hacer un viaje tan largo no se les podía decir que no, así que Ricardo y yo nos presentamos en el punto de encuentro, donde quedamos con todas las visitas.

Les llevamos hasta el colmenar, un colmenar muy especial, porque es lo más natural posible, segamos lo justo, dejamos que crezca la naturaleza alrededor de las colmenas y la verdad que las visitas salen encantadas del lugar.

Hay que decir que Fernando, no estaba muy seguro de entrar, en cambio Isabel lo tenia clarísimo, quería ver de cerca lo que había leído de las abejas y ver si lo que cuentan los libros es verdad.

Y lo pudo comprobar de buena mano, se animo toda la familia, incluido el pequeño de la familia Pablo, que se lo paso genial para ponerse el traje de apicultor junto a sus padres.

Una vez dentro del colmenar, pudieron ver como las abejas llegan a las colmenas, cargadas de polen, no paraban de entrar y salir por la piquera.

Pero lo mejor, estaba por llegar, abrir su colmena EL ENJAMBRE, hacer fotos para ellos y la familia pero sobre todo ver las abejas, así que después de una charla para hablar sobre las abejas y la apicultura, pasamos a abrir su colmena.

Pudieron ver las abejas como va estirando la cera, metiendo néctar, fabricando miel.

Como el tiempo no era el mejor, Fernando y el peque Pablo salieron del colmenar acompañados de Ricardo y yo me quede con Isabel.

Como disfrutamos de la visita las dos, mientras yo le contaba todo lo relacionado con las abejas, Isabel que ya sabía algo del tema no perdía detalle de todo lo que le contaba y lo pudo comprobar en primera persona.

Ver su cara en las fotos creo que lo dice todo, que felicidad, como se lo paso de bien y eso que al final cortamos la visita por el clima, pero ese abrazo tan sincera que me dio al final me quedo con él de recuerdo.

Abrimos su colmena y otra más, charlamos de abejas, que es su pasión (la de las dos) y la verdad que abrir una colmena y poder ver la cámara de cría, la puesta de la reina, Huevo, Larva, Ninfa, su cara lo decía todo, alucinaba¡¡

Lástima no poder seguir en el colmenar, pero el tiempo es el que es en Asturias, y tampoco vamos a abrir colmenas a lo loco si las abejas no están por ello.

Eso si el peque de la familia, recibió su galleta de abeja para colorear, vaya ilusión que le hizo, primero la pintó y os garantizo que se la comió enterita, un neño encantador como sus padres.

Nos quedamos con la visita que fue fantástica pero lo mejor para Ricardo y para mi conocer a gente tan maja y encantadora, que nos caímos bien desde primer minuto, como se suele decir hubo química de la buena.

Seguro que si pueden repetirán la experiencia el año que viene.

Mil gracias Isabel, mil gracias por apadrinar y  vinir desde Madrid a conocernos, es un placer teneros de padrinos¡¡¡